ATERRICEMOS EL AVIÓN FILOSÓFICO
La Teoría de la Argumentación Jurídica (TAJ) está de moda, y cada vez hay más bibliografía, cursos, diplomados, congresos, seminarios, etc., pero -en no pocos casos- se la presenta como algo esotérico y sofisticado, con conceptos, códigos lingüísticos y formulaciones lógicas que manejan un pequeño círculo de filósofos del Derecho o expertos, pero que pueden ser ininteligibles para los "extraños".
Este blog tiene como propósito aterrizar el avión filosófico en casos concretos o, dicho de otra manera, "procesalizar" a la argumentación jurídica. No soy filósofo, sino abogado litigante (aunque aficionado a la filosofía); de manera que procuraré que los planteamientos y discusiones (que espero las hayan) se generen a partir de casos prácticos.
Los invito a que planteen preguntas, inquietudes, críticas y contra argumentos; a solicitar información sobre algún tema de argumentación jurídica; a compartir alguna sentencia que merezca ser comentada o criticada; a generar debates y a hacer de este blog un foro útil y entretenido. ¡BIENVENIDOS!
Descargado, gracias por compartir la información.
ResponderEliminarUna consulta: ¿Conocerá Ud. algún libro interesante y entretenido donde se puedan leer buenos alegatos y / o casos poco comunes?
De antemano agradezco su respuesta, saludos.
Héctor Sandoval M.
De nada Héctor. Respecto al libro, no conozco alguno de esas características. Sí existen artículos con comentarios sobre casos concretos. Por ejemplo, en el blog "Los hechos en serio" de César Higa se comenta la sentencia de Abencia M, con una análisis profundo desde la teoría de la evidencia.
ResponderEliminarEn el artículo de ZEGARRA MULANOVICH, Gonzalo, “Contradicción sin contrición (ni enmienda): Yanacocha y un test para argumentar válidamente a contrario”, en: Themis, N° 51, 2005, se comenta el caso Yanacocha. Sobre el mismo tema hay un Nº monográfico de "Diálogo con la Jurisprudencia" que incluye un artículo de De Trazegnies. De ambos textos se pude ver que la controversia se resumía en si existía o no una laguna y, en su caso, si cabía utilizar el argumento a contrario o la analogía.
Saludos,
Roger.
Gracias Roger por la respuesta. Pasaré por el blog recomendado.
ResponderEliminarSaludos.
Héctor Sandoval M.